Es difícil encontrar una raíz tan fuerte como el vínculo que tiene nuestro jefe de Sala, Pablo Català, con la tierra que rodea BonAmb restaurant, puesto que, nacido en Jávea, desde bien pequeño Pablo ya disfrutaba de la cocina de la zona mediante sus guisos, frutas y verduras o platos de pescados elaborados por su padre y principal responsable de su pasión por la gastronomía.
Los amplios viñedos de la comarca, que se asoman al mar Mediterráneo, pasaron de ser su zona de juego a convertirse en motivo de interés y siendo aún muy joven comenzó a sentir curiosidad por el mundo de los vinos y de la sala, por lo que, después de vivir unos años en varios países extranjeros, trabajando para el Gabinete de Comunicación del Ministerio de Defensa, donde obtendría el colectivo Premio Príncipe de Asturias; regresa a su tierra natal para volcarse de lleno en el mundo de la hostelería.
Después de un periodo de especialización trabajando en diferentes restaurantes de la Villa de Jávea, alcanza un alto nivel conceptual de la sala y le hace tener una visión global de la misma, que le permite la experiencia perfecta para el montaje de varios restaurantes a lo largo de la Marina Alta, donde coincide en uno de ellos con Miquel Ruiz, gran cocinero de Dénia.
Tiempo después cae en sus manos el gran proyecto de BonAmb y decide que está en el mejor momento de su vida para emprender este nuevo camino. Enseguida conecta con Alberto y comprende que comparten los mismos objetivos comunes de crecer, disfrutar y vivir la gastronomía en su máxima amplitud.
Pablo no deja de formarse continuamente, obteniendo el máximo título de Sumiller Internacional por la Escuela Oficial de Hostelería de Barcelona, múltiples niveles en la Escuela Oficial de Idiomas o diferentes cursos del sector en el CdT de la Comunidad Valenciana.
Toda esta formación, unida a su larga experiencia en el sector, le lleva a participar en dos ocasiones en el prestigioso concurso Nariz de Oro en Madrid, referente del mundo de la sala y la sumillería a nivel internacional. Y sobre todo consigue colocar la sala de BonAmb Restaurant en un alto nivel de excelencia y conseguir los grandes reconocimientos obtenidos durante todos estos años como las dos Estrellas Michelín o los dos Soles Repsol.