Entrevista a un enceser – Parte 1

Cuando hablamos que en BonAmb respetamos y ponemos en alza nuestro entorno no solo hablamos de trabajar con producto de proximidad, elaborar una cocina con la mínima merma y ser un restaurante sostenible. Cuando afirmamos que queremos honrar la cultura de la Marina Alta, lo hacemos aprendiendo de su tradición, conociendo a su gente y escuchando a los grandes protagonistas que han escrito su historia. Para nuestra temporada 2023 nos hemos sumergido en el mundo de Les Pesqueres, puntos de pesca singulares y peligrosos en los acantilados de nuestra zona. Hemos hablado con Ximo Pastor, uno de aquellos valientes encesers que pescaban en estas pesqueras por una vida mejor.



¿Cómo conoció el mundo de Les Pesqueres y quién se lo enseñó?

«Bueno, uno comienza por ir los domingos al mar a hacer un par de lanzamientos para entretenernos. Después de un rato ves que coges unos cuantos peces y ya es algo que te engancha para siempre. En lo referente a pescar en l’Encesa en nuestras Pesqueres, fue mi padre el que me llevó la primera vez y me enseñó este arte.

A mi padre no había quien le quitara de ir un domingo al mar, hasta llegar al punto que cuando llegábamos a nuestra pesquera los zorros nos cantaban en lo alto del Moraig, cada noche. Él estaba deseando ir a pescar, se acostaba y sobre las 3 de la mañana ya se levantaba, me llamaba y salíamos de noche para allí. Era una afición en el inicio, íbamos a pescar los domingos para desconectar de nuestro trabajo semanal en el campo. Con el tiempo este entretenimiento se convirtió en una pequeña obsesión.»


¿De camino con su padre hacia la Pesquera, como recuerda la costa de aquellos años?

«Eran los años 40 y 50. Han cambiado muchas cosas. La costa era virgen, no había carreteras, solo se iba de un sitio a otro en burro y existían únicamente sendas para atajar de camino a la costa. No había nada construido como hay ahora, solo algunos refugios para pescadores y para almacenar productos como la algarroba.

En cuanto al pescado, generalmente abundaba más en aquel mar, que en el de ahora por la sobrexplotación que existe hoy en día. Pero en lo que se refiere a la sepia y calamar, muchos años depende su cantidad por las temperaturas de las aguas, que trae producto de otros lugares.»