Entrevista a un enceser – Parte 5

Cuando hablamos que en BonAmb respetamos y ponemos en alza nuestro entorno no solo hablamos de trabajar con producto de proximidad, elaborar una cocina con la mínima merma y ser un restaurante sostenible. Cuando afirmamos que queremos honrar la cultura de la Marina Alta, lo hacemos aprendiendo de su tradición, conociendo a su gente y escuchando a los grandes protagonistas que han escrito su historia. Para nuestra temporada 2023 nos hemos sumergido en el mundo de Les Pesqueres, puntos de pesca singulares y peligrosos en los acantilados de nuestra zona. Hemos hablado con Ximo Pastor, uno de aquellos valientes encesers que pescaban en estas pesqueras por una vida mejor.



¿Cuáles eran “las pesqueras” donde pescabas?

Yo tenía dos “pesqueras” donde iba a pescar. Una que era de mi primo situada en el “Cingle Blanc” y la otra estaba bajo la torre de Moraira, que se llamaba “La Cirera”. Las dos eran buenísimas, pero en “La Cirera” era donde cogía mucho pescado. Cada uno de nosotros teníamos nuestra “pesquera” y no existía rivalidad por conseguir una u otra. Se respetaba al compañero y si alguien quería ir contigo a tu “pesquera” no había problema, te lo decía y la noche siguiente se preparaba todo para que te acompañara. Era una pesca peligrosa y no tenía sentido complicarla más con absurdas rivalidades.

¿Estuviste tu alguna vez en peligro?

Si claro, muchas veces. Una vez me invitó un amigo mío a su pesquera con más de 80 metros de caída al mar. Cuando llegamos tiré mano a la cuerda y enseguida me gritó “¡esa no! ¡esa no la cojas!”. Le pregunté el motivo y me contestó que estaba podrida. Enfadado le dije que no podía tener una cuerda podrida en una “pesquera”, si la llego a coger me voy para abajo. No tener tu “pesquera” en buenas condiciones, no cambiar las cosas cuando tocan, tener una sujeción rota o el cañizo sin arreglar es lo que llevaba a los accidentes mortales.