Nuestra temporada 2022 gira entorno de L’encesa, un arte de pesca milenario de la zona de nuestra Marina Alta. Rendimos homenaje a todos aquellos encesers que se jugaban la vida cada noche de invierno con el relato Enceser. Hoy el capítulo 3: La primera noche.

«El último rayo de sol escondiéndose hacia el vall de Xaló me avisa que el momento ha llegado. Ayer decidí que esta noche de frío húmedo de enero, sería mi primera noche como enceser. Llevo varios días hablando con encesers, aprendiendo de sus experiencias, conociendo la labor. Esta, mi primera, noche pescaré con un par de conocidos, pero aun así no puedo evitar estar nervioso. Doy los últimos sorbos del café caliente que me ha preparado mi mujer y voy a recoger mis cosas.

Sobre la mesa de trabajo del pequeño taller que tengo en el huerto, cuento y meto en mi capazo de esparto los utensilios que voy a necesitar esa noche. Muchas de las cosas me las van a prestar en la pesquera, sin embargo he tenido que fabricar algunas personales.

El Rall: con unos trozos sobrante de mi malla para proteger los frutales de los pájaros, di forma a una red de pesca circular de dos metros de diámetro.

Guantes: tengo, para mi trabajo en el huerto, dos pares de cuero. Cojo los más viejos.

Tijeras y cuchillos: para el despiece y los cebos guardo en mi capazo unas tijeras de poda y un par de cuchillos bien afilados.

Aparejos: compré una bovina de hilo de pescar y con varios hierros de cerco hice varios anzuelos para colocar en las cañas.

Salgo con urgencia, la pesquera se encuentra a varios kilómetros de mi casa y los chicos me dijeron que cenan allí antes de comenzar a trabajar. Después de casi una hora de camino, desciendo el acantilado.»